Alitas de pollo a lo escritor indy



2 Personas    40 Min     Fácil

Ingredientes:

- Una docena de alitas de pollo.
- 1 limón.
- Vino de Oporto.
- Curry en polvo.
- Paprika o pimentón dulce.
- Tomillo.
- 4 patatas medianas.
- Sal y pimienta.
- Aceite.


Elaboración:

La receta de hoy tiene doble trampa, ni es mía (bueno, ninguna lo es al cien por cien) ni se cocina en menos de veinte minutos. La receta de hoy es de un compañero escritor, Francisco Casero Viana, que la compartió hace unos días y no me he podido estar de prepararla.

Sin embargo, y como buen toca pelotas que soy, a la receta original de mi querido Francisco le hemos hechos unos cambios. Algunos obligados por la falta de ingredientes en Dominicana, y otros para que el plato sea más acorde a nuestro paladar.

¡Comenzamos!

El primer paso es limpiar y trocear las alitas. Yo las parto en tres trozos, pero hay quien las deja en dos. Para gustos, los colores. Una vez limpias y troceadas, las maceramos en el chorro de un limón, medio vasito de vino de Oporto, sal, pimienta, una cucharada de paprika o pimentón dulce y media de curry en polvo. La receta original de Francisco no lleva curry ni paprika sustituyendo estos dos ingredientes por una pastilla de caldo concentrado. Tampoco lleva Oporto pues él recomienda Jerez o Montilla Moriles, pero como no tenía ni Jerez ni Montilla Moriles, he optado por esta combinación que a la postre ha resultado excelente.

Masajeamos las alitas en este mejunje como si fueran los pies cansados de nuestra pareja (o los propios si gozamos de un buen nivel de contorsionismo) y nos aseguraos de que estén bien impregnadas antes de dejarlas descansar en el caldo. Nos lavamos las manos y nos ponemos con las patatas. Para ello las pelamos y cortamos a tacos al modo de las patatas bravas, incluso utilizando más la fuerza en el troceado que el filo del cuchillo para obtener trozos desiguales. La vida cuadriculada es espantosa.

A partir de este punto viene la mayor de las herejías...

Francisco sugiere freír primero las patatas y después acabar de asarlas en el aceite posterior a la fritura de las alitas, y yo lo he hecho justo al revés. Primero las he hervido y después las he frito como se hace con las patatas bravas, pero como esto es una democracia al estilo suizo, todo tiene solución:

Si usted ha escogido la versión 1 diga "UNO" y siga leyendo:

Ponemos al fuego una sartén honda o una olla con aceite suficiente para freír las patatas. Esperamos a que el aceite esté bien caliente y las echamos. Para saber cuándo es el momento de tan delicada operación podemos cortar un pequeño trozo y echarlo al fuego. Cuando chisporretee al meterlo, el aceite está listo. Es importante también tirar las patatas con cabeza porque el aceite hirviendo es mal compañero para la piel o la ropa. Yo utilizo una rasera y las voy entrando con cuidado de palada en palada. Las dejamos freír hasta que estén casi hechas (todavía duras) y las sacamos para reservarlas en un papel absorbente.

Si usted ha escogido la versión 2 diga "DOS" y siga leyendo:

Ponemos una olla con agua al fuego. Esperamos a que hierva y echamos las patatas troceadas y limpias. Echamos abundante sal y dejamos que se cocinen. Cuando estén casi hechas las sacamos y reservamos.

Tanto si has escogido la versión patatil UNO como si has escogido la versión patatil DOS, ahora es el momento de hacer las alitas.

Todo este proceso debe haber durado unos veinticinco o treinta minutos, pero si eres una máquina y lo has hecho en menos tiempo, pues hay que joderse porque las alitas necesitan mínimo veinticinco o treinta minutos de maceración. Una vez transcurrido este tiempo freímos las alitas en una olla o sartén con aceite caliente, que puede ser perfectamente la misma en la que que hemos frito las patatas si has escogido la versión UNO. Si has escogido la versión DOS debemos poner una sartén honda u olla al fuego con aceite suficiente para freír las alitas. Esperamos a que el aceite esté bien caliente y las echamos dentro.

Vigilamos hasta que las alitas se doren bien por fuera. Este proceso depende mucho de la potencia del fuego de cada cocina, pero como sea debe hacerse con fuego vivo y lo más fuerte posible.

Cuando las alitas estén fritas, las sacamos y las dejamos reposar en papel absorbente.

Si la opción de las patatas es la número UNO dejamos un 25% del aceite en la olla y echamos un vaso de agua para que se mezcle con ese aceite. Calentamos y cuando hierva echamos las patatas fritas. Esperamos un par de minutos y las sacamos.

Si la opción de las patatas que has escogido es la número DOS, sencillamente echamos las patatas hervidas en el mismo aceite en el que hemos frito las alitas, sin bajar el fuego y vigilando hasta que las patatas queden doradas.

Retiramos las patatas de la olla o la sartén, recuperamos el pollo del papel absorbente, servimos y listo. Un plato excelente.

Bon profit!

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